Just Wines: El gusto de emprender

No solo les encanta el vino, también la experiencia de tomarlo. A Catherina Umbert y Marco Esparza les interesa saber la historia de las bodegas, ir a catas, aprender sobre maridaje. Los esposos se metieron tan de lleno en ese pasatiempo, que decidieron empezar a vender los vinos que más les gustaban. Para la pareja, ese fue el momento en que una pasión se convirtió en un emprendimiento familiar. Catherina, fotógrafa, y Marco, administrador y empresario, pretendían seguir adelante con sus principales trabajos y hacer de los vinos un pequeño negocio paralelo. Sus amigos y círculo más cercano recibieron muy bien su iniciativa. Entonces, llegó la pandemia.

Con sus trabajos momentáneamente detenidos, Catherina y Marco necesitaron algunas semanas para volver a trazar un norte. “Fue un proceso”, admite él. “Al comienzo nos decíamos ‘todavía se puede’ e intentamos por aquí y por allá, pero las empresas convencionales están dejando de vender y de cobrar. Eso se solucionará en algún momento, pero mientras tanto no te puedes quedar de brazos cruzados: las bodegas empezaron a vender por Whastapp, la gente empezó a sacar sus emprendimientos. Ambos sabemos de tecnología, así que decidimos ir adelante”.

La tienda virtual de Just Wines se armó en dos días. Marco se metió a miTienda.pe y montó todo usando las herramientas que la plataforma le permitió: activó el chatbox de Facebook, el sistema de búsqueda activa y el resto lo fueron implementando en la práctica. Desde el 1 de julio, el día de su lanzamiento oficial, han vendido más de 500 botellas.

“La gente se quedó alucinada de que hayamos armado una tienda virtual en tiempo record”, sonríe Marco. “Y hemos ido descubriendo todo lo que este espacio virtual nos permite: control de inventario, gestiones de cobranza y de entrega, potenciar nuestra base de datos… Nosotros seguimos alimentando este proyecto sobre la marcha”. 

Un brindis por eso

Just Wines se basa en las recomendaciones de la experimentada pareja: solo se venden aquellos vinos que han podido probar y aprobar. “En general, siempre es más interesante que un conocido te recomiende algo, sobre todo cuando tiene conocimiento”, explica Catherina. “Nosotros no solo podemos proponer un vino, sino también decirte con qué lo puedes maridar, cómo lo potencias”, agrega. Y esa cercanía no se pierde en la plataforma digital: por el contrario, es más fácil que los clientes se comuniquen para hacer diversas consultas, antes y después de comprar. Por eso, Just Wines tiene consumidores fieles que compran semanalmente. “Es una plataforma dinámica, flexible y fácil de usar, y eso le gusta al cliente”, acota Marco. “Te invita a comprar”.

Antes de la pandemia, la pareja tenía el sueño de invertir en una pequeña tienda física de vino a granel; la pandemia le dio nueva forma al proyecto. Confiesan que levantarse en la mañana y ver que se han hecho algunas ventas mientras dormían, les cambia el humor para todo el día.

“En esta coyuntura, deja de tener sentido ir a un supermercado para comprar vinos: uno va a comprar las cosas básicas porque es un lugar de alta contaminación, quieres irte rápido”, opina Marco, y enfatiza la conveniencia de usar comercios virtuales. “Somos paperless –no usamos papel–, todo está sistematizado y muy bien operado. El mundo está cambiando y los que nos adaptemos seguiremos adelante”, agrega con orgullo. “Somos una empresa de dos y ya estamos haciendo bulla”.

Su catálogo sigue creciendo y tomando en cuenta las nuevas costumbres. Ya que hoy se cocina en casa más que nunca, tienen un buen y económico oporto para usar en la cocina; ofrecen botellitas de 187 ml (una copa bien servida) de vino crianza español para quien quiera darse un gusto al final del día de homeoffice. Tampoco han olvidado el vino orgánico. Tienen otros productos que aún no han lanzado porque van a hacerlo de a pocos. No quieren que se pierda la esencia de un servicio de familia.

Just Wines iba a ser un dinero extra y hoy es su principal ingreso, que además les trae mucho placer. Y eso es algo por lo que vale la pena celebrar. Si es con un buen vino, tanto mejor.