Muchos emprendedores se ganan un espacio en el mercado ofreciendo productos de muy buena calidad pero desconocen cómo ordenar sus procesos de entrega.
Los niveles de complejidad logística y operativa, sin duda, absorben a cualquiera. Las casas de los emprendedores se alejan de ese lugar idóneo para vivir, se convierten en un almacén con productos por todos lados. Además, lo bonito del crecer con el negocio lleva un esfuerzo extra de tiempo y esfuerzo requerido para administrar, contar el inventario, responder a los clientes, empaquetar los pedidos, y coordinar los despachos. Pero, para ser un emprendedor exitoso no significa que debes convertirte en un esclavo de las tareas operativas. Hay que evitar, a toda costa, que el crecimiento del negocio se desacelere y que la calidad de vida empeore, en vez de mejorar.
Así, un sinfín de casos reales de emprendedores que se vienen dando en el mundo desde antes del COVID-19, y aumentaron de manera exponencial durante la pandemia. Algunos decidieron buscar ayuda para liberarse de la carga operativa en empresas logísticas tradicionales, pero se encontraron con dificultades como:
Ante esta necesidad en el mercado, nacen en distintas partes del mundo empresas de lo que hoy se conoce como Microfulfillment, que no es más que el conjunto de procesos logísticos que ocurren desde que se recibe y se procesa un pedido B2C (principalmente de e-commerce) hasta que se entrega satisfactoriamente al cliente final. Cuando este servicio se ofrece a empresas medianas y pequeñas, idealmente se busca dar facilidades financieras al minimizar las tarifas fijas y armar esquemas que permitan que la logística se convierta en un costo variable directamente relacionado al nivel de ventas de cada empresa. Los operadores de microfulfillment como Nazca Darkstores hacen viable que empresas pequeñas y medianas tengan acceso a la tecnología y a las eficiencias que antes solo las grandes empresas podían tener. Además, al contar con procesos y sistemas robustos, permiten mejorar significativamente los niveles de servicio para el cliente final, e inclusive minimizan el riesgo de penalidades por mal servicio al que se exponen emprendedores que deciden ofrecer sus productos en grandes marketplaces como los que hoy ofrecen las principales cadenas de tiendas departamentales.
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La pandemia aceleró cambios que vinieron para quedarse, uno de ellos claramente es el incremento de la venta online. Los emprendedores que sepan aprovechar esta realidad y diferenciar aquellas actividades que deben de mantener “dentro de casa” de las actividades que es preferible dársela a especialistas tendrán mayores probabilidades de ser exitosos y llevar sus emprendimientos al siguiente nivel.
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